Una persona posesiva es alguien que tiende a ejercer un control excesivo sobre su pareja o seres queridos.
Esta actitud puede manifestarse de diversas maneras:

Manifestaciones de la Posesividad

1. Celos Excesivos: Sentir celos intensos, incluso en situaciones inofensivas.
Por ejemplo, pueden sentirse amenazados/as por la interacción de su pareja con amigos/as, compañeros/as de trabajo o incluso familiares.
Estos celos pueden llevar a comportamientos irracionales y acusaciones infundadas.

2. Necesidad de Control: Intentar controlar la vida y actividades de su pareja o ser querido.
Esto puede incluir decidir con quién pueden hablar, a dónde pueden ir y qué pueden hacer.
La persona posesiva puede imponer reglas estrictas y esperar que su pareja las siga sin cuestionarlas.

3. Falta de Confianza: Desconfiar constantemente y verificar los movimientos del otro. Pueden pedir pruebas constantes de lealtad y amor, como llamadas telefónicas frecuentes, mensajes de texto o fotos para demostrar dónde están y con quién.

4. Aislamiento: Intentar aislar a su pareja de otras relaciones y actividades.
Esto puede incluir alejar a la pareja de amigos/as y familiares, prohibirles participar en actividades sociales o incluso controlar sus interacciones en redes sociales.
El objetivo es mantener a la pareja dependiente y bajo su control.

5. Acciones Invasivas: Revisar mensajes, correos electrónicos o pertenencias personales sin permiso.
Pueden espiar las conversaciones de su pareja, revisar su historial de navegación en internet o incluso seguirlos para asegurarse de que no están haciendo nada “sospechoso”.

Causas de la Posesividad

La inseguridad y la baja autoestima suelen estar relacionadas con la posesividad.
Las personas posesivas pueden sentirse amenazadas por la posibilidad de perder a su pareja, lo que las lleva a ejercer un control excesivo.
Además, experiencias pasadas dolorosas o traumáticas, como traiciones o abandonos, pueden influir en este comportamiento.
La falta de confianza en uno/a mismo/a y en los demás puede hacer que la persona posesiva sienta la necesidad de controlar todo a su alrededor para sentirse segura.

Consecuencias de la Posesividad

La posesividad puede tener consecuencias graves en una relación.
Puede llevar a la pérdida de la autonomía y la libertad personal, generar conflictos constantes y crear un ambiente de tensión y desconfianza.
La pareja de una persona posesiva puede sentirse atrapada, sofocada y emocionalmente agotada.
A largo plazo, la posesividad puede destruir la relación y causar daño emocional a ambas partes.