Estoy harta de escuchar la frase “eres muy sensible” como si fuera algo malo o un sinónimo de debilidad.
Hoy quiero aclarar qué es realmente ser una persona débil.

Ser sensible es identificar y empatizar con los sentimientos de los demás, y tratar de apoyarlos.
Una persona débil, en cambio, atacará y proyectará sus problemas en otros, haciéndolos sentir peor.

Una persona sensible llora para gestionar sus problemas, reconocer sus errores y buscar soluciones.
Una persona débil proyecta ira, frustración y culpa a los demás por sus problemas.

Ser sensible es un don, con unas herramientas adecuadas y una buena gestión emocional te permite comprender mejor el mundo, disfrutar de las pequeñas cosas y ser agradecido. Es una cualidad hermosa que te convierte en una luz para quienes te rodean.

Así que, a todas las personas sensibles que están escuchando esto: nunca dejen que nadie les haga sentir menos por ser quienes son.
Su sensibilidad es una fortaleza, una capacidad única de conectar profundamente con los demás.
Abracen esa cualidad hermosa y sigan siendo la luz que ilumina el camino de otros.
Deja de escuchar a quienes dicen lo contrario y deja de darles el gusto de sentirte mal con sus juicios.
Ser débil es tener miedo a vivir y sentir, y alguien con alta sensibilidad no teme vivir y sentir.

¿Sigues pensando que ser sensible es ser débil?