Sabías que entre el 15 y el 20% de la población es altamente sensible? Las personas altamente sensibles (PAS) son aquellas que tienen un sistema nervioso más fino y receptivo que el resto, lo que les permite procesar la información sensorial y emocional de forma más profunda y detallada.
Esto les aporta muchas ventajas, como una mayor empatía, creatividad, conciencia y capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas.
Sin embargo, también les supone algunos retos, como una mayor exposición al estrés, la ansiedad y la baja autoestima.
La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, de nuestras cualidades y defectos, de nuestras capacidades y limitaciones.
La autoestima influye en cómo nos sentimos, cómo nos relacionamos y cómo afrontamos los desafíos de la vida.
Tener una buena autoestima es fundamental para nuestro bienestar y nuestra felicidad.
Pero... ¿cómo podemos potenciar nuestra autoestima si somos PAS?
Reconoce y acepta tu sensibilidad co,o un don, no como un problema. Tu sensibilidad es una parte esencial de tu personalidad que te hace ser quien eres. No te avergüences ni te culpes por ser diferente. Valora tu sensibilidad como una fortaleza, no como una debilidad.
Cuida de ti mismo/a y de tus necesidades. Las PAS necesitan más tiempo y espacio para recuperar su energía y su equilibrio después de estar expuestas a estímulos intensos o desagradables. Por eso, es importante que respetes tus ritmos, tus límites y tus preferencias. Dedica tiempo a hacer lo que te gusta, a relajarte y a mimarte. No te olvides de tu salud física y mental.
Rodéate de personas que te aprecian y te respeten. Las relaciones sociales son muy importantes para las PAS , ya que les aportan afecto, apoyo y comprensión. Si embargo, no todas las personas son capaces de valorar y respetar la sensibilidad de las PAS. Por eso, es importante que elijas bien a las personas que forman parte de tu vida, y que evites las que te hacen sentir mal, te critican o te manipulan. Busca personas que te quieran, te acepten y te ayuden a crecer.
Exprésate y comunícate de forma asertiva. Las PAS suelen tener dificultades para expresar sus emociones, sus opiniones y sus necesidades, por miedo al rechazo, el conflicto o la crítica. Sin embargo, esto les impide ser auténticas, defender sus derechos y satisfacer sus deseos. Por eso, es importante que aprendas a comunicarte de forma asertiva, es decir, de forma clara, honesta y respetuosa. Así, podrás expresar lo que sientes, lo que piensas y lo que quieres, sin dañar ni dejar dañar por los demás.
Refuerza tu autoconfianza y tu autoeficiencia. Las PAS suelen tener una baja autoconfianza y una baja autoeficiencia, es decir, una baja creencia en su capacidad para lograr sus objetivos y superar sus dificultades. Esto les hace sentir inseguras, indecisas y temerosas. Por eso, es importante que refuerces tu autoconfianza y tu autoeficacia, reconociendo tus logros, tus capacidades y tus recursos. También puedes fijarte metas realistas y desafiantes, y trabajar para alcanzarlas. Así, podrás demostrarte a ti mismo/a y a los demás de lo que eres capaz.
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