La inteligencia emocional es "la capacidad de autocontrol, ser comprensivo y poder expresarse", pero también la capacidad de gestionar las relaciones interpersonales con empatía y criterio.
Consiste en 5 elementos fundamentales:
Autocontrol.
Motivación.
Habilidades sociales.
Empatía.
Autoconciencia.
Tener autocontrol significa que eres capaz de controlar tus instintos o tienes la capacidad de reflexionar antes de actuar. Incluye además saber expresarse adecuadamente, independientemente del contexto.
La madurez emocional,en este sentido, quiere decir asumir la responsabilidad de tus actos, ser capaz de adaptarse a situaciones nuevas y responder de manera adecuada a la forma en que los demás te tratan.
Este último aspecto incluye el comportamiento irracional, como por ejemplo, entender que las personas se pueden enfadar y necesitar arremeter contra alguien, sin que esto implique ver esa reacción como un ataque personal.
La motivación implica en el aprendizaje y la superación personal, y tener la perseverancia para avanzar a pesar de los obstáculos.
Hay que tomar la iniciativa y comprometerse a terminar una tarea.
Las habilidades sociales consisten en la capacidad de tolerar el sarcasmo, hacer bromas, mantener amistades y vinculos, ser capaz de ofrecer un buen servicio a los clientes incluso bajo presión, y saber encontrar puntos en común con los demás.
Estas habilidades sielen estar relacionadas no solo con la buena comunicación, sino también con la gestión del tiempo, el liderazgo y la capacidad de resolver situaciones difíciles.
Gracias a la empatía puedes comprender las reacciones y emociones de los demás, y se adquiere a través de la autoconciencia.
Los rasgos típicos de las personas empáticas son la autoironía, la percepción de cómo son percibidos por otras personas como el interés por los problemas y preocupaciones de los demás y la capacidad de anticipar la respuesta emocional de un otro ante una situación determinada.
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